martes, 2 de abril de 2013

El muro de cristal

Es posible que lleve ahí desde el principio, pero no podrían asegurarlo. Desde luego, no recuerdan el momento en el que se construyó. Quizá fue tan progresivo que ninguno de los dos se dio cuenta de su existencia hasta que era demasiado tarde. Lo cierto es que el muro de cristal se levanta solemne entre ellos. Sólido, impertérrito, imponente. Los separa de forma tajante, no pueden hablarse ni tocarse. El muro es tan grueso que ningún sonido es capaz de atravesarlo. Pueden estar muy cerca, pero el obstáculo se presenta como una distancia insalvable.

De vez en cuando, uno de ellos examina el muro minuciosamente, buscando una grieta, una ranura, cualquier indicio de la fragilidad de la pared. Pero nunca las encuentran y terminan desistiendo. Hace tantos años que conviven con él que es difícil no rendirse ante la costumbre de que permanezca entre ellos.

Pero ese día todo cambia. Una fugaz casualidad les descubre el punto débil del tabique: la música. Por alguna razón, los ritmos melodiosos penetran en la aparente solidez de la tapia y producen minúsculas fisuras. Cuando se percatan de la novedad se muestran escépticos, pues la promesa de libertad siempre produce una leve sensación de temor a lo desconocido en los presos de larga duración. Pero conforme las grietas se muestran perceptibles, la esperanza crece tan rápido como los resquicios.

Observan que, una vez iniciada la fractura del muro, no sólo las partituras consiguen abrirse paso en el cristal. Descubren que cada vez hay más factores que aceleran el proceso. Ya ansiosos, entonan canciones frente al dique, se recitan poesías, leen sus novelas y bailan al ritmo de sus canciones favoritas. Las fisuras son ya grandes grietas que amenazan transformar la muralla en un montón de traslúcidos escombros.

Y de repente, ¡cras!

El inmenso muro aparentemente inquebrantable da paso a una montaña de pequeños cristales que pueden cruzar sin esfuerzo. Nunca han estado tan cerca el uno del otro y, a pesar de que no recuerdan haber oído jamás sus voces, las reconocen como familiares y cercanas.

Ya no existe el muro de cristal. Pero no limpiarán la pila de vidrios rotos, pues les servirá para recordar que una vez la desidia levantó entre ellos un poderoso obstáculo difícil de quebrantar.

12 comentarios:

  1. Veig que has tornat en tantes ganes com sempre

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  2. Hola Andres,
    Que bonito relato, que si he sabido interpretar trata sobre la separación entre las personas y las barreras que nos ponemos en nuestras relaciones.
    Muy bonito lo del muro de cristal y el final, los cristales rotos nos servirán para recodar.
    Escribes tan bien como siempre, nunca dejes de escribir así.
    Un abrazo Fabricadora de relatos.

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    1. Lo has sabido interpretar a la perfección, como siempre! :)
      Gracias UTLA. Un abrazo!

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  3. Andrea, quise poner Andrea y se me escapso esa compañera de teclado de al lado de la A..grrrr. ;-(

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  4. Me gustó la metáfora del muro de cristal y la música, pero, ¿por qué la música es la que consigue echar abajo el muro?

    un saludo!

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    1. La música es una manera más de expresarse, como el lenguaje. A veces, los muros se levantan entre nosotros por no sabernos comunicar con palabras, pero pueden encontrarse otros métodos. Por ejemplo, la música. Así, hay personas que consiguen conectar mejor a través del ritmo que de la prosa.
      ¿Te he convencido? ;)

      Un abrazo!

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    2. Si, entiendo que querías expresar ahora, bien, bien. Convencido.

      un saludo!

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  5. Me ha encantado. A mí me ha transmitdo más un mensaje de que aquellas metas que nos parecen muy lejanas, aquellos objetivos que vemos tan díficiles de alcanzar, se acaban materializando mediante la constancia, la paciencia y la inventiva.

    No desistamos ante la adversidad, intentemos cambiar aquellas cosas que no nos gustan o nos parecen injustas siendo coherentes con nuestros valores como personas.

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    1. Una visión diferente pero muy acertada! Sin duda romper muros que hace años que nos separan es una meta difícil que requiere perseverancia. Muy buen análisis :) ¡Salud y seguimos!

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  6. Ese muro transparente me ha hecho ver esta fábrica donde me pido el puesto de seguidora.
    Saludos desde Tenerife, sigo por aquí leyendo y te invito a mi espacio , cuando gustes.
    Besos de gofio.

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    1. Hola Gloria, bienvenida a esta fábrica de historias! Desde luego, me pasaré por tu espacio encantada :)
      Gracias y un abrazo!

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