viernes, 23 de agosto de 2013

De la cordura y otros delirios

Poderosa.
Trato en vano de dominar su fuerza que gobierna cada uno de mis sentidos.
Lucho audaz intentando liberarme de sus neuras y locuras.
La calmo, la arropo.
“Ya, ya…”
Pero allí está ella, negándose a razonar y blandiendo el arma de la demencia.
Es inútil, siempre acaba arrastrándome irremisiblemente a compartir quimeras.
El miedo. Es su favorito.
Me lo inyecta en cada poro y me contamina el alma, que cierra oídos a los argumentos y abre ojos al acecho.
Cualquier pista: un rumor, un destello, una imagen.
Activan sin remedio un complejo mecanismo de defensa.
Palidezco; me duele; me mareo.
Transforma la realidad en un escenario esperpéntico de sombras y negruras.
Lóbrego.
Borroso.

Ella misma es quien me salva.
Cuando decide que ya, que me ha visto sufrir bastante, que ha saciado su crueldad.
Entonces me calma, me arropa.
“Ya, ya…”
Un atisbo de colores.
Se redefine el mundo y se calma mi pulso.
Y vuelvo a la normalidad, repetitiva e insípida, pero tranquila y confortable.
Ella sonríe sabiéndose importante.
Se retira, satisfecha, al rincón de pensamientos, a la cueva de recuerdos y almacén de sensaciones, segura de haber ganado otra batalla, imponiéndose nuevamente a mi lado reflexivo.

5 comentarios:

  1. Hola Andrea,

    He sentido "miedo" al oír nombrar a ese temible adversario, "El miedo".
    Es curioso como el cerebro nos atormenta de manera tan brillante, cuando podría estar maquinando mejores planes.
    Tendrías que haber recordado que el miedo surge mejor por la noche, cuando la mente agotada por el esfuerzo diurno se rinde ante él.

    Es un relato con mucha fuerza.
    Ultimamente estas brindandonos entradas con mucha magia. Sigue así Andrea.

    Un abrazo Fabricadora de Historias.

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    1. Hola UTLA!

      Quería completar el relato con un escrito in situ sobre el miedo extremo (y un poco absurdo) que tengo cuando viajo en avión, ya que cogí uno el pasado domingo. Pero una vez estoy allá arriba no me acuerdo ni de cómo se escribe, así de poderosa es la mente y así de cruelmente usa el pánico. xD

      Muchas gracias por tu comentario, me alegro mucho de que te gusten estas entradas :))

      Un abrazo!!

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  2. Andrea vuelve, no dejes morir en un triste suspiro este blog, tus escritos. No deseques esta hermosa laguna salpicada de letras, y tinta electrónica.
    Un abrazo.

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    1. Hola UTLA!!
      No ha muerto, estaba en estado de reposo ;) But I'm back!! (Seguramente no podrá ser tan frecuente, aunque lo intentaré)
      Gracias por tu comentario, muy poético por cierto!!
      Un abrazo

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    2. Era la única manera que se me ocurrió de hacerte volver por aquí... poesía, ¿ que es poesía ?...
      Un abrazo.

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